El congelador de uso general es el más común, con temperaturas preestablecidas entre -20 y -30 °C. Este tipo de congelador es ideal para el almacenamiento de muestras y reactivos que requieren temperaturas por encima del punto de congelación estándar del agua.
El congelador de baja temperatura ofrece un rango más frío, con temperaturas preestablecidas entre -30 y -45 °C. Este tipo de congelador es adecuado para el almacenamiento de muestras y reactivos que necesitan temperaturas aún más bajas para su conservación.
Por último, el ultracongelador es el tipo más frío, con temperaturas preestablecidas entre -45 y -86 °C. Este tipo de congelador es fundamental para la conservación a largo plazo de muestras biológicas y otros materiales sensibles que requieren temperaturas extremadamente bajas para su preservación.