La pasta viene en multitud de formatos, como pueden ser los macarrones, spaghetti, tortellini, fusilli, fettuccine… Pero nos centraremos en una clasificación mucho más sencilla: la pasta fresca y la pasta seca. Dependiendo del tipo de pasta que quieras preparar, la cocción será diferente.
La pasta fresca es la que no se ha sometido a un proceso de secado. Su fecha de caducidad es mucho más corta que la de la pasta seca, y debe conservarse en frío hasta su preparación. La cocción es mucho más rápida que la de la pasta seca, por lo que debes tener ese factor en cuenta cuando utilices el cuece pasta para prepararla. El resultado es una pasta mucho más delicada y sabrosa.
Por otro lado está la pasta seca. Al contrario que la anterior, tarda mucho más tiempo en caducar. Esto se debe al proceso de secado industrial al que ha sido sometida. La cocción es mucho más larga, ya que debe absorber una mayor cantidad de agua para volver a hidratarse y recuperar la textura de la pasta al dente.
Hay otros pequeños electrodomésticos de sobremesa, que también pueden estar encastrados en un mueble hostelero, que te pueden ahorrar tiempo en la preparación de comidas. Un ejemplo de ello son los freidores industriales, en los que puedes freír en aceite grandes cantidades de comida. Lo mismo ocurre con un grill industrial, con el que puedes preparar a la plancha carnes, verduras, bocadillos y muchos otros alimentos. Navega por nuestro catálogo para encontrar el electrodoméstico que cubre las necesidades concretas de tu negocio.