Aunque el agua es uno de los componentes principales en la masa del pan o de un pastel, hay también otros factores que influyen en el resultado final. Un ejemplo es la temperatura de la harina, que también debe ser fresca. Aunque no es común que la temperatura de la harina sea alta, puede que la tengas almacenada cerca del horno o de cualquier otro aparato eléctrico, lo que hace que poco a poco vaya calentándose. Para evitarlo, almacene la harina en un lugar fresco.
Otro factor que interviene en la temperatura de la masa y en la calidad del producto final es el tiempo del amasado (cuanto más tiempo amases, más temperatura), la velocidad del amasado (si usas una máquina amasadora a mucha velocidad, la temperatura de la masa aumentará), la cantidad de azúcar o de ventas, etc.
Si un enfriador de agua no es exactamente lo que buscabas, puede que te interese visitar las secciones de máquina de hielo o de fuentes de agua fría .